El ministro del Interior español en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha aclarado el lunes las declaraciones que hizo en una entrevista con un periódico que sugería que había comparado los recientes disturbios en Cataluña con el conflicto vasco, que durante décadas causó la muerte de cientos de personas.
La entrevista con el diario La Razón se titulaba’En Cataluña la violencia ha tenido un mayor impacto que en el País Vasco’. Sin embargo, Grande-Marlaska calificó el titular de engañoso y dijo que se refería únicamente a la violencia callejera en ambos lugares.
Al negar que había comparado los disturbios en Cataluña con la violencia del grupo terrorista vasco ETA, el ministro en funciones dijo que sus comentarios se referían exclusivamente a la cuestión del «orden público» en Cataluña, que ha visto cómo los partidarios de la independencia chocaban con la policía.
Refiriéndose a los recientes disturbios en Cataluña, Grande-Marlaska dijo que «los oficiales experimentados en el orden público explican que nunca han enfrentado una violencia callejera tan directa por parte de individuos que se mantienen firmes en contra de la acción policial».
Ministro del Interior de España. (Roger Pi de Cabanyes / ACN)
La entrevista de la consejera provocó una reacción violenta no sólo de los partidos independentistas catalanes, sino también de las víctimas de la violencia de ETA. Incluso el jefe del PSC, Miquel Iceta, corrigió a su compañero de partido diciendo que «la violencia en el País Vasco era peor».
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, instó a la ministra a rectificar sus comentarios «falsos e incendiarios» que, según ella, eran «ofensivos» para las víctimas del terrorismo, mientras que el ex presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, acusó a Grande-Marlaska de «trivializar» el dolor de las víctimas del terrorismo.
Por su parte, el consejero de Interior de Cataluña, Miquel Buch, lamentó los comentarios de su homólogo y dijo que «comparar una situación con casi 800 muertos con lo que está ocurriendo en Cataluña es totalmente erróneo. Lo lamento y lo condeno».
Rosa Lluch, hija del político socialista Ernest Lluch, asesinado por ETA en 2000, también condenó los comentarios, diciendo que «no sólo trivializan el terrorismo, sino que también son un insulto a las víctimas», e instó a la ministra a no «empeorar la situación».