Uno de los lingotes recuperados del barco romano «Bou Ferrer», que naufragó en el siglo I d.C. frente a las costas de Villajoyosa, se encuentra actualmente expuesto en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, lo que refleja la importancia de este naufragio para ampliar nuestro conocimiento de la arquitectura naval romana.
El interés inicial por el barco de 30 metros se centró principalmente en las ánforas que se encontraban a bordo cuando el barco se hundió, ya que se sabe que transportaban la apreciada salsa de pescado de garum a Roma, pero también se encontró en la bodega del barco un cargamento de lingotes de plomo de Sierra Morena. Los resultados de las investigaciones de estos lingotes han dado aún más importancia al pecio del Bou Ferrer: los lingotes llevan estampada la leyenda «IMP». GER». AVG», lo que demuestra que pertenecían al propio emperador de Roma, y se espera que en el futuro las investigaciones establezcan si el propietario era Calígula, Claudio o Nerón.
El lingote expuesto en Madrid es uno de los 13 que fueron rescatados del barco en 2012 y 2013, y es el primero que se expone al público. Según los expertos, las letras estampadas en él parecen indicar que el plomo pertenecía al emperador Nerón (54-68 d.C.) y que el barco se construyó probablemente alrededor del año 60, y si es así, se pueden descartar las sugerencias anteriores de que la carga se entregaba a Calígula (37-41 d.C.) o a Claudio (41-54 d.C.).
Durante este periodo de la historia romana, los emperadores importaban alimentos y otros bienes de los puestos avanzados del Imperio, incluyendo trigo de Egipto y aceite de oliva de Andalucía, pero los artículos encontrados a bordo del «Bou Ferrer» sugieren que el cargamento podría haber sido privado para el emperador, ya que contenía artículos de riqueza y lujo.
El pecio fue encontrado frente a las costas de Villajoyosa en 1999 por dos buceadores, José Bou y Antonio Ferrer, y desde entonces ha recibido los apellidos de sus dos descubridores. Hasta ahora sólo se han investigado seis metros de la embarcación, a pesar de que la estructura del barco está bien conservada. Sin embargo, el número de ánforas recuperadas se acerca ya a las 3.000, y se espera que aún queden por descubrir más elementos de interés.
El pecio se encuentra a tan sólo cinco minutos del puerto de Villajoyosa, y ha sido identificado como un posible impulso al turismo de buceo en la zona de la Marina Baixa de la provincia de Alicante. Se han organizado visitas submarinas guiadas, la primera de ellas en septiembre de 2013, y el interés por el pecio ha sido constante, ya que constantemente se realizan nuevos descubrimientos.