El partido político de centro-derecha de España, Ciudadanos, se encuentra en una crisis electoral cuando sus partidarios cambian su lealtad al partido de extrema derecha Vox.
Dirigido por Santiago Abascal, Vox, que se ha comprometido a «defender» a España de los inmigrantes, está previsto que termine tercero en la cuarta elección general del país en otros tantos años.
La última encuesta antes de la votación del próximo domingo sugiere que Vox aumentará sus 24 escaños en el parlamento español de 350 escaños a 46, mientras que los Ciudadanos de Albert Rivera se reducirán de 57 a 14.
En la encuesta de’40dB’, el 14% dijo que se mudaría de Ciudadanos y votaría a Vox, mientras que otro 17% se mudaría del PP conservador, liderado por Pablo Casado, para apoyar a Vox.
Vox obtendrá el 14% de los votos, tras el PP en segundo lugar (21,2% y 91 escaños) y el PSOE de izquierdas en primer lugar (27,3% y 121 votos).
La victoria prevista del PSOE seguiría teniendo al partido con dos escaños menos de los que logró en las últimas elecciones de abril, lo que provocaría otro quebradero de cabeza para su líder, Pedro Sánchez.
El presidente en funciones de España llamó a estas elecciones rápidas después de que su partido no consiguiera suficiente apoyo para gobernar por su cuenta la última vez.
Después de meses de conversaciones con el partido Podemos de Pablo Iglesias, de extrema izquierda, Sánchez se vio obligado a convocar la votación rápida del 10 de noviembre.
Se espera otro atasco parlamentario, ya que Podemos pasará de 42 a 31 escaños y se espera que el nuevo partido Mas Pais sólo obtenga cinco escaños.
Las cifras, combinadas con el número de diputados electos del PSOE, todavía no serían suficientes para formar un gobierno de mayoría.